Un capítulo en tu memoria y un hueco en mi corazón.

Tal vez tengas razón, si, con mucha seguridad habré hecho hasta lo innombrable por tenerte a mi lado, que me he vuelto loca cada vez que he visto tu sonrisa.

Que día tras día escribía tu nombre en el espejo y lo borraba con deseo.
Tal vez haya sido la que se quedaba cada día de madrugada con el único fin de hablar contigo, de sentirte como si fueras mío. 

Que si, que tienes razón que adoraba cuando me iba y tus labios susurraban un “espera un poco, quédate aquí conmigo”.

Porque me encantaba cuando prometías que no me quedaría sola, cuando me decías que siempre cuidarías a mi corazón.

Que si, que permití que todo llegara demasiado lejos, que permití que tu sonrisa se convirtiera en mi mundo. 

Y ahora, ahora nos hemos ido, lejos, ya no llenaremos nuestros corazones con promesas por cumplir, todo salió huyendo como el humo de ese fuego que creábamos. 

¿Qué quedó de todo esto? 

Tan solo aquella niña inocente que creía todo lo que de tu boca salía. Un capítulo en tu memoria y un hueco en mi corazón.

Solo supimos jugar con aquellos besos que no dejaremos de regalar.